sábado, 29 de marzo de 2008

Para la libertad


Para la libertad sangro, lucho, pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol caudal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho; dan espuma mis venas
y entro en los hospitales, y entro en los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño:
porque aún tengo la vida.

Miguel Hernández

2 comentarios:

NACHO NAVA dijo...

Bonita poesía. Como suele decirse, la libertad es nuestro bien mas valioso.

Pocas personas gozan de libertad.

Y los poetas, a mi parecer, son las personas que más cerca están de alcanzarla.

Por eso les envidio tanto.

Cuidate, Angie.

Luis dijo...

Felicidades por tu nuevo blog.

Permíteme que sea ahora parco en palabras, puesto que bastante ya he escrito hoy en el mío.
Nos vemos el miércoles, besines.